Los vinos de Cuenca que han arrasado en un gran concurso internacional

Bodegas Soledad, de Fuente de Pedro Naharro, ha arrollado con 14 medallas y su Bisiesto Cabernet Sauvignon ha sido uno de los cinco vinos de un total de 900 en lograr un «Gran Oro»

Bodegas Soledad fue fundada en 1958 en la localidad de Fuente de Pedro Naharro (Cuenca) por 59 agricultores locales y nació con vocación de estar presente en mercados internacionales, una actividad exportadora que comenzó en los años 80, aunque sin dejar de lado al cliente nacional. En la actualidad procesa anualmente más de 20 millones de kilos de uva, dependiendo de la cosecha.

Gran parte de las cepas tienen más de 40 años de antigüedad y algunas rondan incluso el centenario. De hecho, los viticultores de Bodegas Soledad fueron pioneros en la instalación de viñedos en espaldera hace medio siglo, que están enclavados en la Denominación de Origen Uclés, una zona con clima y suelos diferenciados, con una altitud de 800 metros sobre el nivel del mar, respecto del resto de La Mancha, algo que, combinado con el terreno y el clima, da a las uvas de unas características particulares.

Todos estos rasgos han permitido que sus vinos hayan recibido numerosos reconocimientos a lo largo de los últimos años. El último gran ejemplo es el éxito tan apabullante que Bodegas Soledad ha logrado en el prestigioso certamen internacional de vinos «Topwine 2020», celebrado a principios de junio en Barcelona, donde su marca de vino «Bisiesto» ha sido la mejor valorada del concurso en el que han participado cerca de 900 vinos de España e Italia.

En la cuarta edición de este concurso, Bodegas Soledad ha arrollado en el palmarés con un total de 14 medallas, repartidas en 4 platas y 3 oros repartidos en la categoría de vinos blancos para su gama Solmayor y Bisiesto. En tintos con crianza, destacó su «Gran Oro» para el vino Bisiesto Cabernet Sauvignon, además de 2 oros y 1 plata. Y, por último, en tintos sin crianza sumó 1 medalla de plata más y en vinos espumosos otras 2 platas para sus vinos de la gama Kruberg.

Estos resultados han llevado una gran alegría a la bodega conquense afincada en Fuente de Pedro Naharro, donde su directora, Milagros Romero, ha destacado el «buen nivel» que han conseguido con sus vinos a lo largo de los últimos años. ¿Cuál es el secreto del éxito? Ella lo tiene claro: «El buen trabajo, la constancia y una viticultura tradicional combinada con las nuevas tecnologías, así como las bondades del terreno y del clima».

La Denominación de Origen Uclés ha estado siempre caracterizada por la variedad de uva tempranillo, pero las nuevas variedades se han adaptado perfectamente a una zona que se encuentra a 800 metros sobre el nivel del mar. Un ejemplo de ello es su Bisiesto Cabernet Sauvignon, que es uno de los cinco vinos que han tenido el honor de haber sido premiados con la máxima distinción, un «Gran Oro», en el concurso Topwine 2020, además del oro con el que ya se alzó este año en el Berliner Wein Trophy.

Una ligazón con la tierra que Bodegas Soledad ha querido aprovechar incluso para el diseño tanto en la botella como en la caja «para que la imagen acompañe al producto», señala Milagros Romero. Así, el monasterio de Uclés (Cuenca) y sus detalles es el principal símbolo de las etiquetas que identifican a sus vinos. Por algo los monjes fueron responsables de preservar la vitivinicultura durante casi diez siglos, evitando que la tradición se perdiera en los pliegues del tiempo.

Contacto: Carretera de Tarancón s/n, 16411 – Fuente de Pedro Naharro, Cuenca (Spain). Teléfono: +34 969 125 039. Fax: +34 969 125 907. Email: info@bodegasoledad.com

Los 14 vinos premiados en «Topwine 2020»

Bisiesto Cabernet Sauvignon 2012: criado en barricas de roble francés, es de color cárdeno cubierto con irisaciones teja, profundo, limpio y brillante. Su aroma recuerda a la compota de frutas negras, mora, grosella y ciruelas, con una madera noble bien ensamblada, especiado y con toques balsámicos. Se muestra concentrado en boca, con tanino dulce y suave, sabroso y de trago largo, marcado.

Bisiesto Tempranillo 2015: con crianza en roble francés, destaca por su color rojo picota con ribete granate en capa alta. Con aromas a fruta negra, lácteo, tostados de café, caramelo y vainilla, tiene un toque de canela y tabaco. En boca, es carnoso y fresco, de intenso tanino que llena la boca y persistente, con final balsámico.

Bisiesto Chardonnay 2017: fermentado en barrica de roble francés y americano, se caracteriza por su color amarillo dorado, limpio y brillante. En nariz, destacan sus aromas intensos de frutas blancas, verdes y tropicales, armonizado con notas especiadas, humo y pan tostado. En boca es amplio, estructurado, graso, lleno, armonioso y muy glicérico con grato final.

Bisiesto Verdejo 2018: fermentado en barrica de roble francés, es de color amarillo suave dorado, con reflejos verdosos. En nariz, tiene tonalidades de frutas blancas, cítricos y esencias balsámicas de fondo. En boca, se muestra completo, refrescante y divertido, untuoso y con notas de fruta fresca.

Bisiesto Sauvignon Blanc 2017: fermentado en barrica, es de amarillo pajizo brillante, con aromas a especias y fruta. En boca, se muestra agradable y con suave acidez, dejando recuerdos frutales y un sutil toque de madera. En conjunto, resulta muy elegante.

Solmayor Airén 2018: de color amarillo limpio y brillante. es intenso, aromático y fresco en nariz, con notas de frutas como melón, banana y pera. Retronasal frutal y algo floral. En boca, es amplio, armonioso y muy glicérico con grato final.

Solmayor Chardonnay 2019: de color amarillo pajizo, limpio y brillante. En nariz aparecen aromas intensos de frutas blancas, verdes y tropicales, con notas especiadas. En boca se muestra amplio, armonioso y muy glicérico, con grato final.

Solmayor Verdejo 2019: de color amarillo verdoso y brillante, es intenso, con aroma de fruta de la pasión, hinojo y sotobosque. Muy complejo y elegante, en boca destaca la fruta fresca, mostrándose elegante y muy ligero, con la frescura típica de la variedad.

Solmayor Sauvignon Blanc 2019: de color pálido con tonalidades verdosas, se muestra limpio y brillante. En nariz, destacan los aromas intensos con recuerdos de frutas tropicales, hinojo, heno y vegetales. En boca, es amplio, armonioso y muy glicérico con grato final.

Solmayor Tinto Roble 2017: de color rojo picota con borde violáceo, es intenso en nariz, con aromas a fruta negra muy madura con notas de roble especiado. En boca, es un vino estructurado, redondo, con perfecto equilibrio entre la fruta y el bouquet del envejecimiento en barrica.

Solmayor Crianza 2015: limpio, brillante, de color rojo picota y ribetes cardenalicios. En nariz, destaca su aroma intenso con predominio de frutos maduros.En boca, se caracteriza por ser un vino estructurado, redondo, con perfecto equilibrio entre la fruta y el bouquet del envejecimiento en barrica.

Solmayor Tinto Joven 2019: limpio, brillante, de color rojo picota y ribetes cardenalicios, en nariz destacan los aromas a frutas rojas como frambuesa y fresa madura, con apuntes a zarzamora. En boca, es suave, fresco en su paso, con estructura tánica. Aromático y untuoso, tiene un posgusto largo, cálido y orgulloso al final.

Kruberg Syrah 2018: vino espumoso de color rosado salmón vivo, limpio y brillante, con burbuja fina formando rosario persistente y corona continua. En nariz, destacan los aromas intensos de frutos rojos, fresa y frambuesa con notas de violetas, mientras que en boca es vivaz y picantón debido al carbónico, armonioso, glicérico de final suave y agradable.

Kruberg Chardonnay 2019: espumoso de color amarillo pálido con ribetes verdosos, limpio y brillante. En nariz, posee aromas intensos de fruta tropical y flores blancas con notas herbáceas. En boca es amplio, armonioso y muy glicérico con grato final.

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